Las grandes empresas te piden “un alto nivel de compromiso” para los mejores puestos. ¿Y tú matrimonio?
Fragmento Original
“Un amor débil o enfermo, incapaz de aceptar el matrimonio como un desafío que requiere luchar, renacer, reinventarse y empezar siempre de nuevo hasta la muerte, no puede sostener un nivel alto de compromiso” (La alegría del amor, n. 124)
Comentario
Me gusta como el Papa Francisco encuadra el amor conyugal –también los demás amores familiares– dentro del marco de la valentía, heroísmo y el alto nivel de compromiso. Por eso entiendo que la vida matrimonial –conservar esa unión de amor, hacerla crecer, y restaurarla de heridas– es camino de santidad. La santidad –cualquiera que sea la vía por la que Dios nos llama– nunca va a ser cuestión de mínimos y de mediocridades. No es un tobogán, sino una ascensión. Siempre será un camino hacia lo excelente, y lo excelente requiere compromiso: un amor comprometido en el proyecto mutuo.