Amar apasionadamente

Amar apasionadamente

Rosario García Naranjo

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La pasión es como una pura sangre. Pon sus bríos al servicio de tu entrega y acogida a tu amado, para que sea cada vez más entera y sincera. Si te ensimisma en tu ego y la usas para satisfacerte a ti mismo, esa pura sangre se te desbocará y, sin riendas, te tirará al suelo y coceará a tu amado.

Fragmento Original

“De verdad se puede hacer un hermoso camino con las pasiones, lo cual significa orientarlas cada vez más en un proyecto de auto donación y de plena realización de sí mismo, que enriquece las relaciones interpersonales en el seno familiar”. (La alegría del amor, n.148)

Comentario

Un amor integrado, maduro, que nos unifica en vez de dividirnos, es el que incorpora la fuerza de nuestras pasiones a profundizar, con gusto y alegría, la calidad de nuestra entrega y acogida amorosa a quienes amamos.  De este modo, les podemos amar apasionadamente. Cuando no dirigimos nuestras pasiones hacia la entrega y acogida a los demás, sus bríos y fuerzas pueden encaminarse a satisfacernos a nosotros mismos, de forma egoísta. Es entonces cuando nos podemos dividir adentro, rompiéndonos entre lo que nos exige la pasión y lo que deberíamos hacer por amor  generoso hacia el otro. En este sentido y dirección, hay que educar las pasiones, encaminar su fuerza a favor de los amados, y podar sus tendencias egoístas. Un descontrolado, uno que no se gobierna las pasiones, es como un jinete al que monta su caballo. ¿Cómo va a cabalgar si el potro es quien le monta y le domina? ¿Cómo podremos darnos y acoger al otro amado, si las pasiones, sin brida ni educación, nos fuerzan a satisfacernos a nosotros mismos, usando, para ello, a los demás?

Rodrigo es un chico al que le gusta estudiar. Lee mucho, aprende idiomas. Sus conversaciones aparentemente tratan sobre temas interesantes … bueno, sí, son interesantes, pero en el fondo creo que quiere demostrar todo lo que sabe. Casi no sonríe. Muy rara vez lo he visto hacer una mueca que parece el comienzo de una sonrisa. Siempre está serio. En las reuniones familiares está como distante, frente a las bromas permanece callado. Y claro, nadie bromea con él y el trato hacia él es serio. Creo que a Rodrigo le hace falta que alguien le explique que es bueno estudiar, hablar de temas interesantes, pero que sobretodo es bueno reír, manifestar cariño, compartir alegrías, tener buen humor.  Quizás Rodrigo es de esas personas que piensan que dejar traslucir los sentimientos es señal de debilidad. Eso no es así. Tampoco hay que pasarse al otro extremo de actuar solamente de acuerdo con lo que dicta el sentimiento. Ni lo uno ni lo otro nos hace bien. Las pasiones están para que nosotros como personas las administremos, las encaucemos de manera que sean una herramienta para darnos más a los demás.

Temáticas: Educación familiar