¿Quieres amar y que te amen? Aprende a amar de veras. No destroces tu corazón con espejismos y falsedades.
Fragmento Original
“… el principal objetivo es ayudar a cada uno para que aprenda a amar a esta persona concreta con la que pretende compartir toda su vida” (La alegría del amor, n. 208)
Comentario
Aprende a amar… alto, de verdad, en serio. No te ahogues en el enorme vacío que hoy es pandemia. “Hemos nacido por amor para amar”. Sentimos adentro la necesidad de ser amados y también de amar. Pero hay que aprenderlo. Tampoco sabemos andar ni hablar al nacer, pero nos lo enseñan y lo aprendemos.
Muchos hombres y mujeres, hoy, creen que amar es algo espontáneo casi como el respirar o el digerir. No se dan cuenta que es fruto de un madurar y un saber, porque amar es darse y acoger desde lo íntimo al otro íntimo. Si no maduramos nuestra intimidad, si la tenemos vacía, superficial, descuidada y egoísta, nos será muy difícil amar de verdad. Y si no lo educamos, tenemos gran peligro de hacer daño y hacernos mucho daño. De quienes han tenido un hogar y aprendido de sus padres a amar, esperamos estén mejor equipados, pero también a ellos hay que acompañarlos, pues un medio ambiente errado o confuso los puede marear. Puede que les atraiga a amar a quienes no saben amar ni corresponder. Y esa gente les hará daño. Enseñar a amar a nuestros hijos es una gran responsabilidad y desafío para quienes ya tenemos más años amando. Debemos demostrarlo con naturalidad en la vida corriente, porque amar se enseña amando.