Los esposos están llamados a la santidad

Los esposos están llamados a la santidad

César Chinguel

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La unión sexual en el matrimonio es camino de crecimiento en la vida de la gracia entre los esposos.

Fragmento Original

La unión sexual, vivida de modo humano y santificada por el sacramento, es a su vez camino de crecimiento en la vida de la gracia para los esposos. Es el «misterio nupcial». El valor de la unión de los cuerpos está expresado en las palabras del consentimiento, donde se aceptaron y se entregaron el uno al otro para compartir toda la vida. Esas palabras otorgan un significado a la sexualidad y la liberan de cualquier ambigüedad. Pero, en realidad, toda la vida en común de los esposos, toda la red de relaciones que tejerán entre sí, con sus hijos y con el mundo, estará impregnada y fortalecida por la gracia del sacramento que brota del misterio de la Encarnación y de la Pascua, donde Dios expresó todo su amor por la humanidad y se unió íntimamente a ella. Nunca estarán solos con sus propias fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. Ellos están llamados a responder al don de Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se manifieste nuevamente en cada nueva situación. (La alegría del amor, n. 74)

Comentario

Cuando los esposos viven bien su intimidad conyugal, allí está presente Dios con su gracia. El matrimonio es entrega a Dios a través del cónyuge, no es una entrega a medias, es entrega total, incondicional, es camino para llegar al cielo.  El matrimonio no es una vida de santidad de segunda clase limitado a la procreación y mantenimiento de la especie. Las especies no se aman, no están llamadas ni capacitadas para la fidelidad y para el don y la acogida personales de la intimidad. Porque ni son personas, ni tienen sus cuerpos tienen intimidad espiritual, ni pueden amarse.

Cuando hablamos de matrimonio y familia, sobrepasamos el mundo de la animalidad y sus especies. Estamos en otro orden existencial, el del universo de las personas. En ese universo, la ley es la del amor. Por eso, la unión de amor conyugal, y la familia que engendra, es un camino querido por Dios, es una llamada divina a transitar la vida terrena de un modo específico.  La razón de fondo es que, en la unión conyugal indisolublemente fiel y fecunda, Dios Trino ha puesto una específica imagen y semejanza de la comunión de Amor y Vida que son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.  Jesucristo, a ruegos de su Madre y nuestra, la elevó a sacramento, comprometiendo su presencia y gracias de Esposo en el corazón de la misma unión conyugal.   Los esposos están llamados a la santidad a través del amor humano.