Las empresas que asaltan las familias

Las empresas que asaltan las familias

Paul Corcuera

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Si eres padre, no seas sólo un cazador. Un tipo que, en nombre de su familia, pasa todo su tiempo trabajando, pero sin estar nunca en casa, sin convivir con su familia.

Fragmento Original

“El problema de nuestros días no parece ser ya tanto la presencia entrometida del padre, sino más bien su ausencia, el hecho de no estar presente.” (La alegría del amor, n. 176)

Comentario

Menuda contradicción. Quizás hasta esclavitud moderna. “En nombre de mi familia, no estoy con mi familia”. La búsqueda del dinero, el cubrir presupuesto y necesidades familiares, les arrebata todo el tiempo. Llegan a casa agotados, sin ganas de nada, salvo dormir o que les dejen tranquilos ante el televisor. Ni tu matrimonio, ni tus hijos, ni tu familia funcionarán con un padre ausente o evadido.  O con una madre de las mismas características. En una familia de este tipo, acabaremos todos, empezando por ti mismo, sin saber qué es un marido, una esposa, un padre y una madre.

El padre ausente, evadido y omisivo es uno los grandes problemas familiares del siglo XXI. Asociado con la integración y la armonía entre trabajo y familia en cada uno de los cónyuges, la participación creciente de la mujer en la vida empresarial, está el papel del padre, del varón en este nuevo escenario.

Es cierto que hay una tendencia muy fuerte hacia el trabajo para sacar adelante la familia. Pero cuántas veces al hacer reflexionar a los padres, han convenido que su esfuerzo y dedicación exageradas a la empresa es por las presiones de quienes dirigen las organizaciones. Pero también lo es por la propia y equivocada mentalidad -profesional y familiar- de esos padres.

La familia requiere la presencia física, tanto del padre como de la madre, para facilitar un desarrollo más estable de los hijos. Urge rescatar el papel del padre, que debe estar junto a sus hijos –porque no es sustituible-, sobre todo en aquellos momentos en que más lo necesitan sus hijos: jugando, riendo, compartiendo planes, aconsejando, rezando, acompañando.

Es verdad que las empresas muchas veces diseñan sus procesos dificultando la presencia de los padres y madres en la familia. Es preciso un cambio de mentalidad. Y el coraje de ir contracorriente.

La premisa es clara: la empresa sale ganando cuando los padres están más comprometidos y estables en su hogar. Además, la familia gana cuando el padre y la madre tienen horarios razonables, esfuerzos y objetivos que potencien sus capacidades.

Cuando es verdad que trabajan por su familia, porque logran convivir y disfrutar con su familia.

Temáticas: Paternidad