¡Soy una mujer en paz con todo mi ser!

¡Soy una mujer en paz con todo mi ser!

Mariela Briceño

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¡Soy una mujer en paz con todo mi ser!

Fragmento Original

“<< las madres son el antídoto más fuerte ante la difusión del individualismo egoísta >> (…) una sociedad sin madres sería una sociedad inhumana” (La alegría del amor, n. 174)

Comentario

He madurado mucho y he encontrado la paz de ser mujer cuando he distinguido, en mí, dos grandes escenarios. El político, social y profesional, por un lado, El íntimo, amoroso y familiar, por el otro. No sólo es cuestión de caer en cuenta que no se oponen, y se pueden complementar. Más bien, además, el descubrimiento esencial es el universo tan grande, diferente y específico que es nuestra intimidad personal de mujer. En descubrirla y desarrollarla, con ilusión y decisión, hay una enorme felicidad y una gran paz como mujer. Mi intimidad femenina no se desarrolla en el mundo político, económico y profesional, que tiene otros valores, principalmente la utilidad y el lucro. Se desarrolla en el amor y, por tanto, en los amores de una familia.  Allí es donde, como mujer, esposa y madre, valgo incondicionalmente, desnuda de todo, sólo por ser yo, y para toda mi vida.  Esa intimidad femenina es clave para ser una mujer en paz consigo misma, con cuanto hay dentro de mí.

Sin ese descubrimiento y su realización ni mi marido ni mi matrimonio podrían haber avanzado tanto. Mi presencia dentro del hogar, como madre, con las armonías, calideces, ternuras y exquisita humanidad que les infunde mi intimidad personal de mujer, esposa y madre… no habrían sido posibles. Tendría un hogar como una nevera, una choza desordenada e inhóspita, una pensión para huéspedes, pero no una familia cálida.

Urge retomar la maternidad en la mujer. El feminismo radical ha hecho mucho daño a la mujer en este sentido. El sentimiento de orfandad que hoy viven muchos seres humanos es muy profundo. El debilitamiento de la presencia femenina y materna, con su especial universo íntimo que se irradia al entorno, es un grave riesgo para nuestro mundo. La mujer y su genio femenino exige el respeto a su dignidad, la grandeza de riquezas que hay en su intimidad femenina, y con ello realzar todos sus deberes y derechos. Debemos poner mucho énfasis en rescatar el amor de mujer, esposa y madre para que nuestros hijos, nuestra familia y nuestro mundo se humanicen, en vez de destruirse.

Temáticas: Mujer