¿Quieres saber que es la compañía y la confianza íntimas? Sé fiel en tu amor y las tendrás. La fidelidad en exclusiva y para toda la vida es síntoma infalible de un amor auténtico y bueno. El único en el que puedes confiar tu intimidad.
No te engañes, ni engañes. Aunque ocurre todos los días, un amor que pasa y se pasa, nunca fue un amor completo, entero y sincero. Si no lo puede ser mañana, tampoco lo era ayer…, ni hoy.
Fragmento Original
“Gracias a ellas (familias que permanecen fieles a las enseñanzas del Evangelio), en efecto, se hace creíble la belleza del matrimonio indisoluble y fiel para siempre”. (La alegría del amor, n.86)
Comentario
Una unión de amor conyugal, fiel, fecunda y para toda la vida, es una unión cuidada, abonada, luchada cada día por sus esposos. No es nunca fruto de la casualidad, el descuido, el azar, la pereza, el maltrato. Puede ser, a veces, sacrificado. Pero siempre es bueno. Y por serlo, enriquece a sus amadores, le hace madurar, les da luz y sabiduría ante la vida. Y a sus vidas, unidad en vez de fragmentaciones y pérdidas de identidad.
Son esas familias un modelo concreto y prueba de que el llamado “tú y yo, en unión exclusiva y para toda la vida” no es anticuado o para tiempos pasados, sino muy actual. Son esos matrimonios “de carne y hueso”, con sus vivencias, con alegrías y adversidades que nos presentan el camino real y concreto a la felicidad de fondo, la realista, a través del don y la acogida permanentes.
La fidelidad es la verdad del amor por encima de los desgastes y los cambios. La fidelidad es la victoria del amor sobre el tiempo, sus épocas y sus estaciones.
La fidelidad da sus frutos especiales: la auténtica compañía y confianza íntimas. La infidelidad, en cambio, trae inseguridades, desconfianzas, destrucción de la identidad y soledades íntimas.