Tiempo para estar a tiempo

Tiempo para estar a tiempo

Caridad Ruesta

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Nacemos muy necesitados de amor, pero poco capacitados para darlo. El amor maduro se aprende. ¡Déjate enseñar! Será tu mejor inversión. ¡Hay un tiempo en que estás a tiempo!

Fragmento Original

“Conviene encontrar además las maneras, a través de las familias misioneras, de las propias familias de los novios y de diversos recursos pastorales, de ofrecer una preparación remota que haga madurar el amor que se tienen, con un acompañamiento cercano y testimonial. Suelen ser muy útiles los grupos de novios y las ofertas de charlas opcionales sobre su variedad de temas que interesan realmente a los jóvenes”. (La alegría del amor, n. 208).

Comentario

Hermosa tarea que realiza la iglesia, la de preparar a los jóvenes novios para su vida matrimonial.

Mi esposo y yo tuvimos la suerte de asistir a este tipo de preparación, “Encuentro de Novios”, que, si bien no es lo suficiente para sacar adelante un matrimonio, sin embargo, ayuda muchísimo. ¡Fue un tiempo de aprender mucho y a tiempo!

Aprendimos que “la boda dura un día y el matrimonio toda la vida”, que esta opción de entregar mutuamente la vida en el matrimonio,  implica, otras muchas decisiones que es preciso tomar en cuenta, como: ¿realmente quiero dedicarle toda mi vida a esta persona?; ¿cómo reacciono ante nuestras diferentes necesidades, capacidades y talentos?; cuando nos herimos mutuamente, ¿quién es siempre el primero en pedir perdón?; ¿qué significa para mi tener un hijo?, ¿qué haríamos si no llegáramos a tener ninguno?; ¿tenemos amigos posesivos que insisten en reuniones o actividades por separado (hombres solos, mujeres solas), que por su estilo de vida tienden a distanciarnos?, ¿qué hacer?; ¿hay entre nosotros diferencias notables con respecto a las convicciones, la pertenencia y las prácticas religiosas?; ¿de qué tareas domésticas me voy a encargar si los dos trabajamos fuera de casa?; ¿será “nuestro” dinero o será “el mío” y “el tuyo”? y miles de interrogantes más, que no las habíamos tomado en cuenta hasta ese momento.

Al dar respuesta a cada una de estas preguntas, pudimos apreciar como algunas parejas desistieron de llevar la boda a cabo, pues no se sentían preparadas y dispuestas para comprometerse con un juramento tan sagrado, y tenían fundados temores de que su matrimonio fuera prematuro o equivocado.

Doloroso para muchos, pero necesario. Si se ve desde el lado positivo, se puede apreciar como una prueba de amor muy profunda reconociendo que no estaban listos para el matrimonio o que necesitaban más tiempo para madurar en su mutua relación, era mejor terminar ahora que ser desdichados para siempre.¡

Razón por la que es valiosísima una preparación para este gran paso. No se pierde el tiempo, sino que se aprovecha del mejor modo posible. Es oportunidad de comunicación abierta y sincera entre la pareja, de tocar todos esos cuestionamientos por más crudos, rudos o ásperos que parezcan, solo así sabremos lo que cada uno espera del otro. ¡Hay un tiempo en que estás a tiempo!

Temáticas: Enamoramiento