El amor es fruto de la madurez

El amor es fruto de la madurez

Carlos E. Guillén

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Nadie nace maestro y menos en amor. ¿Se quieren casar?  Prepárense juntos. Háganlo a tiempo. ¿Acaso no se preparan a tiempo para su futura profesión? Lo mismo con el proyecto de fundar tu propia familia. A tiempo…, para estar listo a tiempo.

Fragmento Original

“Hay diversas maneras legítimas de organizar la preparación próxima al matrimonio, y cada Iglesia local discernirá lo que sea mejor (…) Interesa más la calidad que la cantidad, y hay que dar prioridad (…) a aquellos contenidos que, comunicados de manera atractiva y cordial, les ayuden a comprometerse en un camino de toda la vida «con gran ánimo y liberalidad» (…) Suelen ser muy útiles los grupos de novios y las ofertas de charlas opcionales sobre una variedad de temas que interesan realmente a los jóvenes.” (La alegría del amor, n. 207,208)

Comentario

Hay que aprender a cuidar el amor encontrado, saber convertirlo en matrimonial, para que viva fuerte, profundo y dure toda la vida. Aprender a tiempo. No los últimos días, corriendo antes de la boda.

Cuando los novios se presentan en la Iglesia para solicitar el sacramento del Matrimonio, ocurre con frecuencia que su tiempo disponible ni será mucho ni estará libre de las mil preocupaciones organizativas que esto conlleva. ¿Demasiado tarde? Hay que prepararse a tiempo.

La universidad, donde los jóvenes pasan años decisivos, es un espacio y tiempo muy oportunos. Es tiempo de estar a tiempo. Sería sabio ofrecer una amplia selección de cursos para enamorados, que se puedan ir llevando a lo largo de un año y de otro, que les vayan ayudando a conocer la vida conyugal y a ponerse en condiciones de establecer, en su día, una auténtica comunidad de amor fiel e indisoluble.

Temáticas: Enamoramiento